sábado, 27 de septiembre de 2014

CORTESÍA EN EL PROFESIONAL



CORTESÍA EN EL PROFESIONAL
La cortesía consiste en las normas que reglamentan las relaciones sociales de cualquier comunidad, determinando comportamientos adecuados (cortés) y sancionando los inadecuados o disruptivos (descortés). El aprendizaje de la cortesía es de suma importancia para una sociedad y su organización (familias, empresas, instituciones de educación, etc.), ya que permite evitar malentendidos, errores y ambigüedades propios de las comunidades en las que se desenvuelven personas diferentes.
Se define como cortesía verbal a todas aquellas habilidades lingüísticas al servicio de las relaciones sociales. Su objetivo es la cooperación para que el comportamiento de la conversación entre los hablantes esté regulado, evitando conflictos y facilitando una relación de cordialidad. Es un tipo de contrato comunicativo que vincula a los hablantes: en cada situación éstos establecen implícitamente o explícitamente derechos y deberes mutuos como por ejemplo: formas de tratarse (tutearse o no), los tipos de preguntas que se pueden formular (privadas, profesionales, etc.), los temas de los que se puede hablar (familiares, políticos, religiosos, de enfermedades, etc.). El discurso será cortés si en alguno de los hablantes NO transgrede los derechos y obligaciones en una conversación.
Protocolo
Conjunto de normas preestablecidas que se aplican para el mejor desarrollo y realce de las actividades que se efectúan dentro de un grupo social determinado, y que están determinadas a mantener la armonía dentro del mismo y asegurar a cada participante las prerrogativas y privilegios a que tiene derecho. Ese conjunto de reglas preestablecidas se refiere a elementos relacionados con la cortesía y que se aplican en las interrelaciones personales, como el saludo, la conversación, la vestimenta, la presentaciones, la conducta en la mesa, en las recepciones, la precedencia, en las presentaciones, etc.
El protocolo tiene una función reguladora dentro de un grupo social determinado; en cuanto hablamos de sociedad surge un elemento imprescindible, la comunicación como un proceso socialmente compartido. Un grupo determinado tiene normas, códigos de comunicación que lo caracterizan, un comportamiento uniforme y salirse de esos cánones puede acarrear dificultades.
Aplicaciones del protocolo
Desde su inicio el protocolo y el ceremonial fueron utilizados como un instrumento político en el trabajo diplomático. Las reglas de protocolo se aplican en la actualidad en diversos campos, como son las relaciones públicas, la diplomacia, el deporte, la política, los negocios, etc. Muchas personas la aplican hasta en sus relaciones interpersonales.
El conocimiento y la práctica del protocolo contribuye a que un individuo sepa en cada momento cómo comportarse, le da confianza en sí mismo, le evita situaciones embarazosas y hacer el ridículo. Cuando uno no sabe cómo comportarse en una actividad está tenso y esto se refleja en su profesionalidad.
Al protocolo no lo podemos considerar como una categoría única, pues aunque muchas de sus reglas son aceptadas universalmente, existen variantes determinadas por las condiciones objetivas del lugar, como son: régimen social, cultura, religión, costumbres, etc., que se prescriben en buenas maneras, respeto, consideración y en general, cortesía.
La cortesía como base de las relaciones sociales:
Se establece a partir de conceder
Importancia de una conducta correcta
El saludo, vestimenta y aspecto personal
La moda, su uso adecuado las presentaciones, elementos a tener en cuenta, precedencia en las mismas, presentaciones en grupo, auto presentación. Lo que debe evitarse al ser presentado, la postura.
La cortesía es una amplia consideración hacia los demás. Es el respeto a las personas, a su modo de ser, a sus costumbres, a sus ideas y es también, amor al prójimo. Constituye un elemento importante en nuestras relaciones sociales pues es una demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que sentimos por otra persona.
Entre sus beneficios se encuentran:
Contribuir a la preservación de la paz; facilita las relaciones humanas y hacerlas más flexibles.
Desarrollar la armonía entre las personas, aun de distintos países y creencias.
Hacer más agradable la convivencia.
Enriquecer espiritualmente a quien la práctica.
En la empresa el servicio de protocolo para cualquier entidad de cierta magnitud, debería contar con un servicio de protocolo para atender sus necesidades en cuanto a la organización y desarrollo de actividades, eventos y cualquier otro tipo de encuentro. Además se encargará de organizar cualquier otro tipo de acto que se de en la empresa.
La organización de la parte numérica y la papelería serán responsabilidad compartida entre los administrativos y las secretarias. El personal no fijo de plantilla según el tipo de acto, traductores, asesores técnicos en determinadas especialidades.
El área de Relaciones Públicas se encargará de crear un clima agradable y comunicativo entre los asistentes a un acto, así como de las relaciones con la prensa y otros medios de comunicación.
En cualquier acto son nexo o lazo de unión entre los asistentes, cuidado de su "comodidad" durante el desarrollo del evento.
Los claustros de profesores, el consejo de dirección y el colectivo de trabajadores de los centros deben constituir ejemplo a seguir en su desempeño cotidiano derrochando cortesía, aplicando el protocolo, manteniendo un comportamiento ético que demuestren en su comunicación con los estudiantes , los visitantes y en general con su público interno, acoger a los compañeros, que se integran, haciéndoles sentir parte de su colectivo por lo que con su comportamiento se ven implicados en defender desde la identidad corporativa , la imagen positiva que mantienen.
La comunicación como eslabón indispensable permite la aplicación adecuada de la cortesía, el protocolo y el cumplimiento de la ética profesional; hace que se logre la identidad corporativa, el establecimiento de relaciones sociales internas y externas, que favorecen una imagen exitosa.
Los Valores
“Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas”.
“Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud”.
“Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes”.
“Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones,con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad”.
Crisis De Valores
Aunque nos enseñen que la honestidad es un comportamiento ideal deseable (y todos lo aceptamos como algo cierto), la interpretación y el sentido que le damos en la práctica suele variar de una persona a otra.
Estas diferencias se traducen en actitudes e incoherencias muy concretas. Por ejemplo, ser honesto, entre otras cosas, significa cumplir con todos los deberes dentro de una organización, pero no es común que se asocie la impuntualidad injustificada con la deshonestidad.
En las organizaciones existe la tendencia a dar por sentado que todos sus integrantes conocen el significado de un valor, pero su definición general no es suficiente para que todos respondamos de la misma manera frente a situaciones con características particulares.
Por ejemplo, hay un consenso generalizado sobre los beneficios de trabajar en equipo. Es un valor implícito en la naturaleza de una organización. Sin embargo, al mismo tiempo, es uno de los comportamientos sobre el que existe más polémica.
El trabajo en equipo no es algo que sucede automáticamente por el hecho de estar todos en un mismo lugar. Poner en práctica de manera armoniosa este valor requiere de un esfuerzo y un coraje individual muy especial. Por tal razón, los grandes equipos trabajan y entrenan mucho para llegar a ser así.
El sentimiento de “crisis de valores” nos aborda cuando con frecuencia vemos a los integrantes de nuestro equipo no poner en práctica los principios organizacionales que se supone conocen, o exhiben comportamientos contrarios a los mismos.
Al sentir que no remamos en la misma dirección se produce mucha tensión en la organización o comunidad. Es lógico que así sea, porque todo nos cuesta más: ponernos de acuerdo, actuar de manera coordinada y lograr los objetivos que nos planteamos.
Se ha vuelto un lugar común dentro de las empresas hablar de valores como la excelencia, el liderazgo o la innovación. Pero en la mayoría de los casos son sólo palabras o intenciones generales. Los miembros de esas organizaciones no cuentan con suficiente orientación para comprender lo que esos conceptos significan frente a sus retos cotidianos.
Los ejemplos anteriores son apenas algunas de las contradicciones que originan la sensación de crisis de valores. Cuando la teoría y la práctica se contraponen generan tensión, insatisfacción y crisis. En otras palabras, no es fácil promover valores si en la cotidianidad prevalecen otros principios o “anti-valores”.
Las crisis de valores, creencias o principios se producen cuando su significado comienza a perder sentido y utilidad práctica en asuntos concretos.
En lo que respecta a la crisis de valores, se puede decir que es la dolencia de las sociedades actuales, y esta se puede ver en todos los ámbitos de nuestra vida. Hay crisis de valores cuando con nuestro verbo pregonamos una cosa y a la hora de actuar hacemos todo lo contrario, recordemos que son valores: la honestidad, la solidaridad, la justicia, el amor, la cooperación, la amistad entre otros.
Analice la siguiente frase: Es debido a esta crisis de valores que existe tanta violencia, tanta hambre, miseria, delincuencia, y guerra en nuestro planeta.
Como podemos superar la crisis de valores.
Describa su escala personal de valores.

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