¿Cuál es la percepción de bienestar y malestar que
presentan los agentes involucrados en el proceso de formación que se desarrolla
en el proyecto curricular de Psicología y Pedagogía
Vivimos una situación donde la razón del beneficio es por
doquier la más anhelada, pero no se precisa si es para quien lo recibe o para
quien lo proporciona. Una necesidad sentida es diferente a una necesidad
observada; por lo tanto, no puede darse un estado de armonía entre dos
pretensiones: lo que se quiere y lo que se ofrece... Dos formas de Estar frente
a un problema: a lo que se aspira y desea y a lo que se promete y entrega. Las
preocupaciones y las ocupaciones respecto a las pretensiones de estar-bien o estar
mal en el desempeño de un determinado rol o papel, se han reducido a la
consideración de un asistencialismo disfrazado de colaboración y buenos
sentimientos por quienes disfrutan, usando y abusando de los dineros públicos,
cuando en realidad no es más que otra forma de gastar un presupuesto destinado
para el funcionamiento de una situación en manos o de manos de los que
distribuyen el presupuesto asignado... En estas condiciones el dinero incide
directamente en lo que se puede comer, beber, respirar y hasta sentir.
Preguntarse cómo puede mejorar la situación de profesores
y estudiantes implica la obligación moral y el deber ético de impedir llegar a
soportar la angustia y cargar con las consecuencias del miedo de no pensar en
el BIENESTAR, como “la coherencia entre discurso y acción”, hace que nos veamos
privados “hasta de lo que nos corrompe, nos envenena y nos mata”. Bienestar, es
un concepto genérico para referirse a estados donde hay ausencia de sensaciones
penosas y sí presencia de placer, tranquilidad y alegría... Es una situación
física y psíquica de “vida holgada y abastecida de cuanto conduce a pasarlo
bien y con tranquilidad”. “Lo fundamental para que las personas sientan
bienestar es que hayan experimentado frecuentemente y de forma prolongada un
tono de ánimo positivo”... La manifestación de sensaciones agradables que
recibimos, tanto de nuestro exterior como de nuestras ideas y pensamientos, se
representan en palabras como placer, delicia, deleite, que valen la pena
cargarlas de significado y construir su sentido cuando se refieren a estados y
situaciones del sujeto humano y social.
El lado contrario, opuesto o negativo de esta dimensión
situacional está puesto y dado en palabras DOLOR y Malestar que aluden a
situaciones que provocan displacer y disgusto (pesar, pena, desazón,
desconsuelo), que estarían medidas, con un mayor o menor efecto, en la palabra mal.
Es decir, dolor y mal son términos para indicar sensaciones desagradables que
nos hacen sufrir... (El dolor es agudo y el mal es violento. La alegría es
activadora, la tristeza depresora. El ánimo activador.
El desánimo depresor). La efectividad y sus dominios
necesitan ser aclarados y precisados por medio de las palabras y las
experiencias que posibilitan la descripción de estados, puestos o dados en
determinados comportamientos que al ser narrados generan horizontes de
interpretación en distintos niveles de lectura que ofrece “una realidad”
demarcada en un aquí y un ahora específico... ¿Qué ME (le) hace sentir (ME-SE)
bien o mal en un lugar denominado AULA DE CLASE?
BIENESTAR.
Al pensar en Bienestar se deben contemplar las diferentes
vertientes que llevan a su conceptualización. Es así, que bienestar se puede
definir desde tres disposiciones; la primera, hace referencia a la calidad de vida,
que a su vez se enmarca dentro de la satisfacción de necesidades, analizando
como el ser humano asigna “ valores” bien sea de orden cuantitativo (bienes disfrutados)
o cualitativos (ideales alcanzados). En este sentido, es relevante el hecho que,
desde lo cuantitativo y cualitativo, los estados de bienestar se establecen o
determinan en relación con el poder adquisitivo y con la capacidad de
establecer comparaciones según unos rangos establecidos.
El concepto de calidad de vida, se puede observar desde
tres sentidos, el primero contempla el descriptivo que tiene que ver con las
cualidades que se le asignan a las cosas, por ejemplo nos gusta y nos disgusta;
pero ese algo que nos gusta no lo tenemos y por lo tanto puede en ocasiones ese
“no tener” o en otras palabras esa “falta” determinar el bienestar y la calidad
de vida. Otro percepción es la evaluativa, la cual se relaciona con el valor
que se le asigna a esa cualidad, agradable o desagradable; contemplando la
directa relación entre calidad de vida y vida de calidad lo que determina la
idea de bienestar que “expresa el sentimiento de complacencia ante determinada situación
de vida” Como se menciona, evaluable significa establecer un valor a la calidad
de vida, lo cual no es algo nuevo, como lo mencionan Aguilar y otros, desde
años tras cuando en los países industrializados, en busca de mejorar las
condiciones de vida, se empiezan a establecer los “niveles” para medir la
misma, apareciendo siglas como PNB1 y RPC indicadores que inciden en la calidad
de vida.
BIENESTAR EN EL AULA
Pinocho, el modelo de niño por su excelencia, como
cualquier adulto, y como cualquier otro adulto, no soportó la tentación y cayó
en ella. (Alguien dijo que las tentaciones se hicieron para caer en ellas).
Pinocho, como rechazo al aula, a la escuela, vende su
cartilla de lectura para entrar a una función de títeres.
Carlos Collodi, autor de este clásico de la literatura
universal, desde 1881, sentencia: “Ese es ya tu destino, está escrito que todos
los chicos poco estudiosos, que tienen fobia a los libros, a las escuelas y a
los maestros, y se pasan la vida entre juegos y diversiones, deben acabar tarde
o temprano transformados en burros (...). Dentro de dos o tres horas, te
convertirás en un borriquillo de carne y hueso idéntico a los que tiran del
carro y a los que llevan las verduras al mercado... 8” ( ) Bien, ¿Por qué
vendió su cartilla Pinocho?, si Pinocho que es ese niño modelo, fue capaz de
vender la cartilla que le costó a su papá morirse de frio en invierno... ¡Cómo
no habrán querido vender la suya todos los niños de todos los tiempos! Pinocho
como cualquier niño normal, no solamente vende su cartilla, renuncia a la escuela,
al aula, a los muros que lo constriñen porque allí no se encuentra bien, no
tiene bien-estar. Por eso, decide irse a otro mundo, El aula no queda
suficientemente caracterizada al decir de ella que es un “educatorio común”. El
aula es un lugar, un espacio delimitado. Al aula hay que entrar, hay que
encerrarse (excepto si se trata del aula abierta). El aula tiende siempre a
identificarse con lugares y edificios, el aula concreta el aprendizaje en un
ambiente que bien puede ser conceptualizado como ecología cultural.
El uso reiterado de lenguaje común, por parte del
profesor, favorece la dependencia y entrega de código imperante, que detiene
cualquier fuerza de pensamiento y restringe la libertad del habla plural,
propia de la tarea de educar y condición y requisito de formación y aprendizaje,
imprescindible en la lucha contra la “palabra vacía” y la jerga de los
“profes”.
A los enseñantes y enseñados casi no les importa saber
qué se dice, ni qué se dice cuando se dice; les llama la atención, sobre todo,
acogerse a un método hasta convertirlo en ley. Pareciera que el acercamiento o
distanciamiento entre profesores fue provocado por “métodos”; situación
legitimada por los pares, llamados “evaluadores” cuando al terminar un curso
corriente preguntan al auditorio: “Califique, el método empleado por el
profesor”.
La permanencia en las aulas de clase y la presencia en
los sitios donde se imparten las distintas lecciones, tienen un propósito
manifiesto: aprobar y aprobar... pasar y continuar pasando hasta arribar el
semestre donde le será otorgado el pase que los acreditará como ex-colares o,
en términos más comunes, ingresarán en la lista de exalumnos. Al fin de cuentas,
“el título es el recibo que obtiene quien ha sacrificado miles de horas y días
y semanas en su esfuerzo por obtenerlo”.
Estos jóvenes están interesados en aprender trucos o
pautas para transferir el saber, más que por el saber mismo; por lo tanto, les
llama la atención las fechas de los exámenes y el calendario que garantiza el
cumplimiento de los índices temáticos, listados, por los profesores en cada
comienzo de semestre.
Los estudiantes son los que se preocupan y ocupan por
llamar la atención de
“los alumnos”, advirtiéndoles que “los maestros, al igual
que los sacerdotes, son tan encarnizados, cuando quieren aprender, que a menudo
están poseídos por lo que saben, en vez de poseerlo y gobernarlo”.
Son sinceros al advertir que, respecto a los diferentes
saberes, el discurso de los profesores porta sombras y. muchas veces, promueve
confusiones.
Los exámenes, las pruebas de promoción, son considerados
por los estudiantes como posibilidades de saber hasta dónde pueden llegar con
lo que saben, independientemente del resultado que obtengan como calificación.
Comprenden y lo confiesan, que aprender o no, depende de
la voluntad e interés del aprendiz, más que de la intención y bondad del
enseñante.
PROCESO DE INNOVACIÓN
EN EL AULA
Maestros y estudiantes se debaten en escenarios múltiples
y orgánicos dentro de la institución educativa, pero hay uno particular que
mira o como el lugar deseable en el que se produce conocimiento: El Aula.
El aula de clase es descrita y vivida por muchos como un
espacio jerarquizado y regulado en el que se evidencian estructuras de-poder
que determinan, por tanto, la dinámica de las relaciones sico-sociales de los
allí involucrados: Los procesos pedagógicos que en ella se dan están prescritos
por formas particulares de relación, en la que los roles están determinados
desde un imaginario que remite a reconocer como válido solo una clase de
conocimiento; el académico, solo un tipo de orden; el institucional, solo una
forma de escuela; la que no acepta diferencias y un solo un tipo de maestro, el
transmisor de conocimientos.
Indudablemente el aula es algo mas que el espacio en el
que solo se transmiten ideas o pautas de comportamiento, los procesos de
socialización se producen en ella ocurren como consecuencia de las practicas
sociales, de las interacciones que se establecen y desarrollan en ese grupo
social. No solo es producto del
currículo formal sino de lo que se da en cada uno de los momentos en la escuela
en los que los procesos de reproducción no se dan de forma lineal ni pasiva. Si
asumimos el aula como un espacio de negociación de significados, como espacio
inserto en una estructura cultural (multicultural) como un escenario vivo de
interacciones explicitas o tacitas, de resistencias no confesadas podría
afirmarse que en un escenario surcado por tantos conflictos y contradicciones
existen espacios de relativa autonomía que desequilibran la tendencia a la
reproducción y la transformación.
Esta relación dialéctica en la que conviven paralelamente
tendencias conservadoras de reproducción con corrientes renovadoras que
impulsan el cambio como condición también de supervivencia y humanización esta
atravesada por el conocimiento. Este como poderosa herramienta debe aportar a
los niños, niñas y jóvenes insumos para analizar comprender y explicar los
fenómenos sociales desde una reconstrucción crítica de los mismos. La escuela
reproductora que da paso a la escuela transformadora mira las relaciones
sociales que rodean a sus estudiantes y asume que es ella quien debe generar la
reflexión racional y critica de la información, los valores y las concepciones
que esas relaciones traen consigo. La Investigación en y para la Acción
La investigación educativa como posibilitadora de
construcción de conocimiento se convierte en instrumento para develar el mundo
complejo de la escuela. La investigación como base de la enseñanza y de
formación permite al docente, desde la reflexión crítica, la construcción de
saber dejando de lado el rol de mediador pasivo entre teoría y práctica , sin
embargo como bien lo ha señalado el profesor Porlán (1995) solo una reflexión
que incorpore la critica ideológica (citando a Carr y Kemmis: 1986) puede
revelar a los profesores "como sus creencias y actitudes quizá sean
ilusiones ideológicas que ayudan a preservar un orden social ajeno a sus
experiencias y necesidades colectivas". El ejercicio investigativo asumido
desde teorías críticas puede dirigir procesos reales de transformación no solo
de las practicas pedagógicas sino de las practicas sociales inmersas en la
Escuela, favoreciendo la democratización del conocimiento y paliando los
efectos de la desigualdad social.
La investigación educativa es concebida desde el IDEP
como la mirada rigurosa que pretende construir, explicar o comprender el
fenómeno educativo en tanto se convierte a su vez en un proceso de aprendizaje
para quienes participan en ella de tal modo que ese aprendizaje le permita
considerar una acción informada y reflexiva sobre la propia práctica. La
problematización que hace el docente de su quehacer de manera sistemática y
critica, en búsqueda de explicaciones o interpretaciones del mismo, ha
permitido la cualificación y de su profesión y por tanto el perfeccionamiento
de su ejercicio.
Desde este convencimiento el Instituto ha decidido
apostarle a la configuración del maestro como intelectual y como investigador
financiando en los últimos tres años, esto es, desde 1999 hasta el año 2001 un
total de 64 proyectos de investigación en el aula por considerar que la
investigación que desarrolla el maestro en su quehacer diario y desde su
cotidianidad educativa requiere de una mayor atención en la actualidad. Así ha
desarrollado una estrategia que cualifica el producto y el proceso mismo de
investigación de los maestros dando mayor relevancia a i) preguntas
investigativas que emergen de la practica pedagógica ii) problemas
investigativos planteados por los maestros y que se articulan al PEI y iii) la
implicación en el proceso investigativo de toda la institución escolar.
Los avances científicos y tecnológicos de la segunda
mitad del siglo XX obligaron a replantear los sistemas de productividad,
comerciales y de formación. Los cambios vertiginosos que esos avances han
traído al desarrollo de la humanidad le exigen cambios en procesos acelerados
que enfrentan en una distancia cada vez mas estrecha lo antiguo con lo nuevo.
La innovación así se constituye en un cambio intencional
y controlado y en un proceso de construcción social en tanto la sociedad toma
conciencia de un nuevo problema o fenómeno y a partir de él genera reflexiones
y explicaciones, y por tanto teorías, lo que ha dado lugar a que en las últimas
décadas se formalice un discurso que en primer plano corresponde a los cambios
acaecidos en lo tecnológico y empresarial y que se ha transferido a lo
educativo.
Así, en la instalación del concepto de cambio como
organizador de la realidad y del conocimiento se va configurando lo que desde
la filosofía se ha llamado el posmodernismo: la indeterminación, la
incertidumbre y la inestabilidad de la verdad como verdad única, de la realidad
como objetiva, de la decadencia de los metarrelatos, de la globalización de la
cultura, de la subjetividad como posibilidad de comprensión e interpretación
del mundo.
Como consecuencia los sistemas educativos también están
cambiando y exigen nuevas concepciones de escuela y por ende de la enseñanza:
(de la Torre, Saturnino: 1998)
• Desplazar el interés del sujeto que enseña al sujeto
que aprende: desarrollando en él habilidades cognitivas y enseñarle a aprender
por sí mismo.
• La escuela como escenario en el que convergen múltiples
culturas y ella misma como estructura propia.
• La escuela como sistema flexible hacia el cambio y la
adaptación.
• La formación de docentes y dicentes para la innovación,
el cambio y el tiempo libre.
Los enfoques de interpretación sobre Innovación varían,
si bien algunos parten de la sociología del conflicto en oposición al modelo
integracionista para abordar el concepto, otros prefieren afirmar que lo hacen
desde posiciones socioculturalistas, pero ambos casos se acepta que el concepto
de innovación proviene de las teorías sistémicas.
Desde la primera tendencia se analiza los aspectos
normativos y formales enfatizando en conceptos justamente de integración como
armonía, equilibrio, conservación y reproducción. La sociología del conflicto
busca, como afirma Francisco Aguilar (1991), centrar la atención en el cambio
social y en el proceso social entendido como cambio en las relaciones de poder.
El enfoque socioculturalista (Moreno Santacoloma, M.C., 1994; de la Torre:
1998), comprende la innovación como una relación dialéctica entre los hombres,
consigo mismo y con su mundo social. Desde la reflexión, la teoría y la
práctica la innovación hace referencia a varios elementos que lo constituyen
conceptualmente y para ello recogemos los aportes del Grupo Grileidi, de la
Universidad Distrital de Bogotá:
1. Lo nuevo: Etimológicamente la palabra lo contiene, sin
embargo las discusiones alrededor de sí lo nuevo es consustancial a la
innovación lo han relativizado en tanto lo nuevo es efímero en el tiempo y
pertenece a los contextos y quien lo vive como tal. Lo nuevo para nosotros
puede no serlo para otros. De hecho se ha definido innovación (Restrepo: 1991)
como la transferencia de ideas que funcionaron en el pasado y fueron
abandonadas o que no funcionaron y ahora hallaron condiciones favorables.
2. El cambio: Algunos autores hablan de los cambios
producidos por una innovación tanto en dimensiones externas (legales y
organizativos) e internas (actitudes y comportamientos de las personas). A
estos últimos les dan mayor importancia por ser los que verdaderamente posibilitan
la interiorización por parte de los maestros de los principios que inspiran la
innovación que se este adelantando. Inherente al concepto de cambio esta el ser
deliberado, intencional y voluntario.
3. La acción transformadora: En tanto o mejora y equilibra
el sistema o decide romper y crear un nuevo sistema.
4. El proceso: La innovación como opuesta a las prácticas
pedagógicas tradicionales se constituye en la ruptura de las secuencias que
establecen aquellas, pero de igual manera esas rupturas se suceden en el tiempo
y con variedad en la intensidad como en la intencionalidad.
5. Y finalmente retomamos la idea de que a la innovación
subyace procesos de resistencia en tanto la innovación representa la llegada de
ideas nuevas y creativas y en ese sentido una salida al sistema.
Este mismo grupo de investigación realiza un esfuerzo
bastante significativo en construir el concepto de innovación desde un estudio
comparativo entre lo producido
Se asume además que la innovación no es un fin en si
misma sino una estrategia de formación tanto para los docentes como para los
estudiantes. En los docentes desde modelos de formación basados en la reflexión
y en la investigación acción, en los estudiantes en tanto mejora o descubre
estrategias de aprendizaje.
El IDEP asume que el ejercicio de la autonomía escolar
pasa necesariamente por la generación de innovaciones educativas. Si no hay
innovación no hay ejercicio de la autonomía, no hay afirmación de las
instituciones desde un proceso endógeno. "Innovar significa abrir
horizontes, generar un interés investigativo, disfrutar el placer de indagar,
descubrir proponer, revaluar pero ante todo de inventar. Se trata de avanzar en
una postura crítica frente a los postulados existentes, pues solo cuando se da
por supuesto se convierte en tema de reflexión, de investigación, de
cuestionamiento, es posible la innovación".
Los proyectos de investigación e innovación presentados
al Instituto por maestros y por investigadores de la educación en general, nos
muestran que la reflexión sobre la escuela y su función social está siendo
abordada de manera rigurosa por los propios docentes:
Se evidencia que estamos dejando atrás las visiones
disciplinarias accediendo a construcciones más holísticas en la comprensión de
la realidad"3 pues comienza a asumirse que desde miradas integrales y no
fragmentarias sobre los fenómenos es que puede ser posible la transformación de
los mismos.
Hay una intención explícita por provocar cambios y
transformaciones en las prácticas pedagógicas y más allá en las prácticas
sociales de docentes y alumnos, una voluntad clara de otorgar a estos últimos
elementos conceptuales y actitudinales que les permita pensar críticamente y
actuar democráticamente en una sociedad que bien puede no serlo.
Los enfoques cualitativos interpretativos utilizados por
la investigación en el aula van dejando atrás modelos cuantitativos y
experimentales que se aplicaban de forma pura.
ahora en interesantes mixturas van tejiendo metodologías
propias de la investigación de aula en las que la observación participante
intensa va derivando en reflexiones que desentrañan los puntos de vista de los
docentes investigadores fundamentados y argumentados en la teoría formal, los
métodos etnográficos centran la atención en conductas verbales y no verbales de
docentes, estudiantes y sus múltiples interacciones y la investigación acción
es el baluarte para indagar por la practica en tanto ello reporta beneficios a
la comunidad educativa y no solamente a la académica.
Las innovaciones develan las tensiones existentes entre
permanencia y cambio, develan el proceso de reflexión crítica sobre el sentido
de la acción educativa desde el escenario mismo de las prácticas pedagógicas
cotidianas.
Los docentes innovadores han reorganizado de manera
intencional el proceso de enseñanza-aprendizaje, buscando hacerlos más
significativos, aplicando y apropiando conocimientos para orientar acciones y
estrategias que transformen la realidad del proceso y dar nuevos sentidos a
estructuras, relaciones y contenidos.
LA CREATIVIDAD ES UNA
ALTERNATIVA DE GESTION
¿Qué es la creatividad?
Como una primera aproximación de respuesta a esta
pregunta se consultó el diccionario y algunos otros libros especializados y se
encontraron las siguientes acepciones:
Creatividad.- Capacidad de crear.
Vivimos en una época caracterizada por el cambio y frente
al desafío que este representa hay distintas filosofías o estrategias con las
que a nivel gerencial puede ser abordado en el ámbito de una organización.
La Creatividad es hoy sin duda la clave del éxito en las
empresas; frente a los desafíos organizacionales es una facultad que pueden
disponer quienes buscan soluciones o respuestas a problemas nunca antes
planteados especialmente en ámbitos muy dinámicos y que provocan un alto nivel
de incertidumbre.
Las organizaciones necesitan diseñar, organizar e
implementar imperiosamente actividades que sean creativas, por un lado para
poder responder a esta demanda de nuevas soluciones en los tiempos en que estas
son requeridas y por otro para implementar y estimular de un modo formal el
potencial creativo de todos los integrantes,
permitiendo optimizar la forma en la que se expresa a los
fines de la resolución de problemas y creación de nuevos mecanismos operacionales,
tecnologías, productos y servicios. La incorporación de actividades y
estrategias creativas a nivel profesional dentro de la cultura de la empresa
representa un atajo hacia niveles mas altos de capacidad de respuesta de una
organización y una potenciación muy importante para quienes se desempeñan en
ella.
Las Organizaciones están ante la disyuntiva central:
“Transformarse en forma permanente, innovar, crear o
estancarse y desaparecer“.
Es por lo tanto, imprescindible contar con Estrategias
Creativas que privilegien una actitud esencialmente innovadora, orientada a la
prospectiva.
Las Estrategias Creativas permiten:
El diseño de
nuevos productos, servicios y/o procedimientos.
La creación de
nuevos emprendimientos.
Nuevas formas
de marketing.
El desarrollo
del potencial creador de los recursos humanos.
La formación de
equipos o círculos de creatividad.
La administración
de la Creatividad.
Entre los beneficios que posee una cultura organizacional
que cuenta con la implementación de gestión y administración de la creatividad
se encuentran:
· Amplitud para la percepción mas completa de los
problemas y también de los recursos disponibles para solucionarlos.
· Incorporación de actitudes responsables, proactivas y
de comunicación de propuestas a los niveles gerenciales.
· El abordaje de altas cargas de trabajo e importantes
cambios en condiciones que contribuyen a disminuir el estrés asociado.
OBJETIVOS DE LA ACTIVIDADES DE FORMACIÓN EN CREATIVIDAD:
Conocer las Estrategias Creativas.
Desarrollar la Actitud y las Aptitudes para una gestión
original e innovadora, superadora de la racionalidad lógica.
Aplicación del Pensamiento Creativo en las distintas
áreas de la Organización.
Reconocimiento de los bloqueos y obstáculos
organizacionales a la Creatividad.
Reflexión sobre el papel del directivo y del gerente como
líderes creativos.
Formación y apoyo de equipos y/o círculos de creatividad.
Conocer el MIFAC (Modelo Integral Facilitador de la
Creatividad), diseñado por el autor.
Las actividades están diseñadas con el fin del logro de
los objetivos. Serán de investigación, organización, creación, expresión y
reflexión. Se estimulará la producción individual y el trabajo grupal Se
trabajará con técnicas vivenciales, lúdicas, creativas y expresivas. Se
articularán los contenidos teóricos con la práctica vivencial y con la
reflexión y evaluación grupal. Se utilizarán diagramas, cuadros, fichas y
gráficos.
Por lo visto anteriormente la Creatividad tiene que ver
con lo inesperado, lo original, lo aun por venir.
Frente a esto para situar a la Creatividad en la
organización comenzaremos a plantearnos algunos interrogantes:
¿Qué tiene que ver la Creatividad y la innovación con las
Organizaciones?
Puede ser compatible con las organizaciones que en general
se caracterizan por estructuras, reglamentos, normas que tratan de imponer un
orden previsto y muchas veces burocrático?
¿Puede tener la Creatividad un lugar dentro de la
organización?
¿En caso afirmativo, cual será ese lugar?
¿Se la necesita en algún área determinada o en todas las
áreas de la organización?
La Creatividad ¿cómo se consigue?
¿Se compra, se fomenta, se contrata?
La Creatividad, ¿es responsabilidad de la alta dirección?
¿De algún mando medio? ¿De todo el personal?
Todos estos interrogantes nos estimulan. Trataremos de
contestarlos creativamente, citaremos varios eslóganes:
“Gente innovadora en todos los niveles de la
organización”
“El progreso es nuestro
producto más importante“ “La materia prima de la industria del mañana será la
imaginación“
“La empresa necesita de la creatividad para crecer,
desarrollarse, para crear nuevo recursos, para la obtención de mayores
beneficios para superar al atraso, para ingresar al siglo XXI en las mejores condiciones“.
“El desafío hoy es utilizar la creatividad para
configurar el porvenir, crear productos inéditos, imaginar nuevos servicios,
crear nuevos escenarios, proponer nuevos emprendimientos, para lo cual es
necesario potenciar en cada empresa el potencial creador de todos sus integrantes”.
(Carlos A. Churba).
“Si cree que la creatividad es cara, calcule los costos
de la mediocridad
Para aproximar respuestas, a nuestros interrogantes,
analizaremos el papel que desempeña la creatividad en dos niveles:
1) Los aportes de la creatividad a la organización.
2) Las estrategias creativas de la organización.
3.2. APORTES DE LA CREATIVIDAD A LA ORGANIZACIÓN
Para ordenar los aportes que la Creatividad puede brindar
a las organizaciones utilizaremos las cuatro categorías pro puestas por Mooney,
R (6), que hemos ya mencionado cuando explicamos el gráfico espiralado de la
Creatividad: La Persona Creadora, el Proceso Creador, El Producto y el
Ambiente.
3.3. LA PERSONA CREADORA Hoy estamos en condiciones de
afirmar que la Creatividad es consustancial de la persona. Es para algunos,
sinónimo de Salud Mental, para otros, condición básica de la felicidad, en la
medida que permite contactar y expresar la plenitud interior de la persona por
medio de procesos creadores que se manifiestan en productos originales.
Aznar (9), por ejemplo, dice que “hacer creatividad hace
bien”, nos permite comprobar que somos más ricos de lo que pensamos. Toda
organización está formada por un conjunto de personas que desempeñan diferentes
tareas acordes con los objetivos propuestos por la dirección, se espera también
la responsabilidad de cada individuo en la consecución de los objetivos
comprometidos y un aporte proactivo de toda nueva idea que pueda mejorar la
capacidad de respuesta de la organización. En muchas organizaciones la
iniciativa y el aporte de nuevas ideas que conduzca a un producto innovador de
parte de cada empleado es considerado una prioridad.
En la medida en que exista en la organización, la
convicción de la importancia de la Creatividad para al logro de sus objetivos,
se podrá estimular y fomentar el desarrollo de la capacidad creadora de todos
sus integrantes y se contribuirá a promover el éxito poniendo énfasis en la
potenciación de este importante capital que toda organización posee.
Estamos sosteniendo, en concreto, que es fundamental la
Creatividad no sólo para algunas funciones determinadas, por ejemplo: el
departamento de Publicidad, o de Arte, sino para todas las actividades y todos
los cargos con independencia de nivel jerárquico. Para tratar el tema de la
Personalidad propongo un esquema, el “Rombo de la Persona Creadora“(1), donde
ubico los cuatro factores estudiados en la bibliografía para describirla.
Las aptitudes Las características de la personalidad La
motivación Las actitudes. La Formación en Creatividad. Para comenzar con este
punto plantearemos un interrogante. ¿Se puede enseñar a Crear? Si la
Creatividad tiene que ver con lo enigmático y por su misma esencia se relaciona
con lo nuevo, lo original, lo que aún no existe, creemos nosotros que no es
posible enseñar a crear. Lo que sí, estamos en condiciones de sostener, que es
factible, es posible ayudar a las personas a estar en mejores condiciones para
crear. Esto es, el desarrollar su potencial creador.
Años de experiencia nos avalan en la convicción de que se
obtienen importantes logros en la estimulación de la Creatividad.
Gradualmente hemos ido sistematizando nuestros
conocimientos teóricos sobre la Creatividad, hemos ido realizando una constante
y fecunda articulación de nuestra praxis con dichos contenidos. De la
experiencia recogida en la titularidad de cátedras universitarias en
discipliinas tales como la arquitectura, la ambientación y la publicidad, como
en la coordinación de cursos, talleres, seminarios y jornadas fue gestándose un
modelo provisorio, a partir del DIFAC que propusimos en 1988.(15).
En 1994 (20), presentamos el “MIFAC“ (Modelo Integral
Facilitador de la Creatividad). El modelo ampliado en 1995 (1), consiste en la
articulación de los siguientes elementos:
A) El Propósito esencial de desarrollar el potencial
creador
que toda persona posee y Objetivos como el conocimiento
del proceso creador; de aptitudes como la fluidez, la flexibilidad, la
originalidad; el estímulo de la percepción; ampliar los puntos de vista;
conocer las normas del trabajo grupal en creatividad y los bloqueos.
B) La existencia de un Dinamizador del Proceso Creador,
un Animador, un facilitador. (21)
C) La creación de un Espacio Potencial, transicional (13)
facilitador del desarrollo creativo de la persona y/o grupo. Comprende tanto el
espacio físico arquitectónico como el espacio psicológico.
D) Empleo de Estrategias y Metodologías de la
Creatividad, conjunto de métodos y técnicas específicas y muy útiles para la
generación de ideas.
E) Clima de Confianza. Debe ser una atmósfera que brinde
a los participantes seguridad psicológica y libertad psicológica. Se deben
brindar posibilidades para que florezcan actitudes positivas, la confianza y la
apertura. No se valoran los productos con espíritu crítico.
F) Actividades y Lenguajes de Expresión
Las actividades para realizar un proceso creador las
hemos clasificado con el nombre de las “7 A.E “ (1):
Para las actividades de expresión creativa, de las ideas
generadas, por distintos canales o lenguajes de expresión he formulado una clasificación
que denominé las “7 L.E.” (1):
G) Encuadre Comprende este punto, el marco institucional,
el espacio físico, el tiempo de trabajo disponible, la frecuencia, los
materiales que se utilizan y la evaluación de las actividades realizadas
Se emplea el Modelo Integral Facilitador de la
Creatividad “MIFAC“ en forma concreta para el diseño, planificación e
implementaron de las actividades que detallamos:
1) Desarrollo de las Aptitudes Creativas de los
integrantes de la organización a través de cursos, seminarios, talleres y
jornadas.
2) Formación de Equipos Creativos o Círculos de
Creatividad:
Grupos de personas que se entrenan en la Resolución
Creativa de problemas, provenientes de distintas áreas o departamentos de la
organización.
3) Formación de Animadores Internos:
Capacitar a integrantes de la organización con una
formación integral en Creatividad para que en el futuro pueda animar las
actividades de capacitación en Creatividad.
EL PROCESO
MOTIVACIONAL EN LA GESTION AULICO
La realidad de aquellos quienes imparten alguna materia
en la Educación Media Superior, es muy diversa. Hay a quienes la vocación los
ha llevado, a través del estudio, a encontrarse frente a un grupo, con las
herramientas indispensables de carácter disciplinar y pedagógico; así también,
estamos una gran mayoría quienes llegamos al apasionante mundo de la educación
sin mayor bagaje que la experiencia de alguna profesión y muchas buenas
intenciones.
Para los unos y los otros la realidad áulica hoy en día
se ve inmersa en una revolución de tecnologías, acceso a la información,
realidades acentuadas de marginación, desempleo, desintegración familiar etc.
Las multifactoriales brechas de desigualdad para el
aprendizaje, en un contraste casi surrealista con el acceso a los medios de
comunicación y tecnologías, dejan al docente frente a grupo ante la disyuntiva
de abordar temas disciplinares, intentar desarrollar competencias o responder
de manera asertiva a la gran diversidad de necesidades que presentan los
alumnos, necesidades que van más allá de aquello para lo que se siente o está
preparado.
La “Gestión Áulica”, es un término que por primera vez
escuché al Maestro Juan Vaello Orts, en un video de You tube denominado “Cómo
dar clase a los que no quieren”.
A través de este video confirmé lo que por experiencia me
venía dando vueltas desde hace años: la realidad áulica debe ser proveída de
una estructura flexible que parta de la atención a las necesidades básicas de los alumnos, en el
entendido que, el docente que llega a estar frente a grupo tiene la formación,
capacidad e incluso la disponibilidad para la capacitación, que le permitan
regular sus propias necesidades, antes de estar frente a grupo.
De lo contrario el aula se vuelve un replicador o
potenciador de todo tipo de distorsiones, desde las fisiológicas, las
afectivas, de sociabilización, las cognitivas, las de contexto e incluso las
disciplinares.
La Gestión Áulica, según Vaello Orts, se refiere al
manejo de todas las variables en el aula y requiere que el docente trabaje en
diversos niveles.
Los niveles son: el emocional, motivacional, de
convivencia, atencional y por último el académico. Es decir, en primerísimo
lugar se deberá poner atención a los pequeños, grandes detalles y después
aterrizar los contenidos disciplinares.
Las necesidades que deberá atender el docente son
aquellas que harán que el alumno esté en un nivel atencional óptimo para el
aprendizaje: equilibrado en su emoción para el aprendizaje, motivado para el
aprendizaje, inmerso en una convivencia sana, respetuosa, colaborativa que
promueva el aprendizaje y el desarrollo de competencias transversales.
Estas necesidades a atender pueden parecer chocantes
cuando el docente debe cumplir con cronogramas, secuencias didácticas, avances
programáticos y en medio de todo ello tener la duda permanente de estar
desarrollando o no las competencias. Sin embargo, el dilema se presenta como se
le presentó al aprendiz de conductor, el hecho de “meter el embrague, meter
primera, acelerar, sacar el embrague y pasar a segunda”. Sencillamente el
docente no realiza la gestión áulica por que no sabe cómo llevarla a cabo,
incluso desconoce que tal herramienta exista. En el mejor de los casos, piensa
que es una tarea adicional a su labor docente que le llevaría sin duda más de
los 50 minutos de clase.
La realidad es que la gestión áulica se trabaja como si
fuera el viento que permite volar a los planeadores. Su aplicación es sencilla,
sutil, enriquecedora y a la par.
Lo que nos lleva a los que para mí son principios básicos
del proceso enseñanza aprendizaje: “nadie puede dar lo que no tiene”, “no se
ama lo que no se conoce”; por ende, el
actor principal de la gestión áulica será siempre el docente y en este sentido
el docente habrá de preguntarse:
¿Cómo regulo las emociones de mis alumnos, desde mis
propias emociones?, ¿cómo motivo a los alumnos desde mi propio nivel de
motivación?, ¿promuevo niveles sanos de convivencia grupal o acentúo las
diferencias entre mis alumnos?, ¿cuál es el nivel atencional de mis grupos?,
¿cuál es el aprovechamiento de mis grupos?
La Gestión Áulica se puede apoyar en el uso de
instrumentos simples de diagnóstico e interpretación como lo son: el sociograma
y el cuestionario de autopercepción, por citar solo dos. Así mismo, se apoya en
principios básicos de comunicación asertiva, empatía, motivación y liderazgo.
El docente descubre hallazgos importantes que confirman
su percepción sobre el grupo o la modifican por completo; pero sobre todo, el
docente se reinventa ante la necesidad de atender los cuatro niveles previos al
disciplinar.
La implementación de la Gestión Áulica en la Educación
Media Superior se suma de manera idónea, a una serie de medidas contra el
abandono escolar a nivel nacional. La capacitación se puede impartir en periodo
vacacional en una sola sede o sedes regionales, para ser replicada al interior
de los estados a cada Subsistema, tal como se realizó la capacitación sobre el
abandono escolar en el año 2013 en el Distrito Federal.
La Gestión Áulica es cimiento para el desarrollo de
competencias, promueve el trabajo colaborativo y el desarrollo tutorial del
docente frente a grupo, de tal manera que la medición de su implementación está
fuertemente ligada a la disminución del ausentismo por grupo, el incremento del
aprovechamiento y la permanencia.
A su vez, la medición de los resultados de la
implementación de la Gestión Áulica en las instituciones de Nivel Medio
Superior deberá ser sujeta a evaluaciones cualitativas que van desde la simple
observación del comportamiento grupal, hasta cuestionarios y entrevistas con
los docentes y los alumnos.
El rol del director del plantel y su cuerpo
administrativo – académico y de apoyo debe ser el de promotores incluyentes,
convencidos y conocedores de los beneficios que proporcionará la implementación
de la Gestión Áulica en su institución, no desde el punto de vista de una
imposición o carga extracurricular, sino vista más bien como una mística de
trabajo que bien puede ser definida a través de la planeación participativa.
Sin duda alguna el país se encuentra frente a grandes
retos, los retos del cambio, del crecimiento, de identidad, de calidad en la
educación, una precaria formación docente y un sistema educativo que no alcanza
a dimensionar la riqueza y poder que la diversidad y autonomía podría aportar a
nuestra realidad educativa.
Pero el reto más grande, desde mi punto de vista, está en
la actitud de cada uno y así también, la fortaleza más grande radica en que el
espacio áulico es un universo infinito de oportunidades que durante una hora
pertenece solo a dos: a ellos alumnos y a mí profesor. Durante este tiempo,
estos 50 ó 60 minutos de clase no importan las macro incoherencias o las del
nivel medio o las micro incluso, durante este tiempo un “yo” auto examinado se
encuentra frente a un “yo” que todo lo espera, que todo lo examina, a quien
todo lo inquieta o quizá, todo lo contrario. Durante este breve tiempo la ética
y la vocación me dejan claro que trabajo con seres humanos que transitan la
etapa más complicada de su vida, en condiciones muy diversas a la mía.
El cambio de “uno” es el cambio de todos y esto se
potencializa en el aula cuando el docente acepta la responsabilidad de ser un
guía preparado y con un proyecto de vida tan claro, que influya como el
satélite lunar a la marea del océano. Él está y su presencia a veces podría
pasar desapercibida, él marca una ruta, define límites, muestra el camino, es
sutil pero a la vez claro y bien definido.
De esto se trata para mí la Gestión Áulica, inmersa en
gestiones escolares y planes educativos, currículum formales, reales y ocultos
pero bendita de auto suficiencia.
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