sábado, 13 de septiembre de 2014

LA PEDAGOGÍA Y SU RELACIÓN ORGANIZACIONAL Y DIRECCIÓN ESCOLAR.



La eficiencia de cualquier institución educacional, está profundamente influenciada por el comportamiento humano, marcado éste por los complejos procesos de cambio, transformaciones o reajuste sociales que acontecen, dada las condiciones históricas concretas que vive el mundo contemporáneo. La dirección educacional como proceso eminentemente pedagógico, debe promover la excelencia de la educación, rescatar la importancia de la calidad, la eficiencia y la eficacia en este sector, lo que infiere que se hace imprescindible e inaplazable cambiar los modos de actuación de los directivos, pues tanto en la escuela como en las diferentes estructuras de dirección, el papel de los dirigentes es determinante en el logro de los objetivos propuestos, siendo su desempeño individual, la piedra angular del desempeño organizacional.
Las condiciones histórico concretas en que vive el mundo contemporáneo están notablemente marcadas por complejos procesos de cambio, transformaciones o reajustes sociales que acontecen, a los que muchas veces se asocian intentos o realización efectiva de una reforma de las políticas educativas y a la revisión de algunos valores sociales en los que se sustentan esas políticas.
 La importancia estratégica de la educación la formación y el desarrollo del conocimiento y su impacto en la competitividad, nos permite explicar, analizando una de sus múltiples variables, la baja profesionalidad  experimentada en la última década en América Latina y colocándonos frente al futuro, formular una alerta, pues las consecuencias pueden ser devastadoras.
La dirección escolar como proceso eminentemente pedagógico, debe promover la excelencia de la educación latinoamericana, rescatar la importancia de la calidad, la eficiencia y eficacia en este sector lo que infiere que en la dirección de un centro escolar es necesario tener en  cuenta no solo su estructura y sus funciones, sino también las relaciones que se establecen entre todos sus componentes y con el entorno.
Por ello se hace imprescindible profundizar teóricamente y demostrar prácticamente en que medida el nivel de excelencia del desarrollo educacional está asociado directamente al nivel de dirección escolar basada en la participación de todos los actores sociales, el desarrollo organizacional y la reestructuración a partir de un perfeccionamiento continuo y sistemático.
Si formulásemos la interrogante ¿Qué es la excelencia organizacional? Obtendríamos diversos conceptos elaborados por relevantes personalidades científicas y académicas, que aún cuando han desarrollado sus actividades en diferentes épocas e instituciones, coinciden en elementos comunes, que debe poseer la excelencia organizacional (Austin Nancy y Petes Tom 1987, Gibson Ivancevich Donelly, 1994, Mc. Gregor Douglas 1957 y 1974.
El Diccionario Enciclopédico UTHEA (México 1953). Define como excelencia, algo de superior calidad y excelente lo que sobresale en bondad, mérito, estimación entre las cosas que son buenas en su misma especie.
He ahí una expresión de excelencia organizacional. Definamos entonces qué entendemos por excelencia organizacional:
Es el resultado del equilibrio entre todos los subsistemas de la organización, implica nivel de calidad y la capacidad de innovar y generar conocimientos (laboratorios de aprendizaje) y dinámicas, adaptándose a los cambios y usando el tiempo como arma competitiva, correspondiendo el papel principal al hombre y en particular a sus equipos de dirección. Se asocia fundamentalmente a criterios cualitativos y de visión prospectiva integral de la organización.
Pero  la excelencia organizacional, no es exclusiva del sector económico.
Si de prioridades hablásemos, tendríamos que señalar que la Educación está enfrascada en una lucha por la excelencia. ¿Pero por qué?
Porque toca a ella como motor impulsor de la sociedad contemporánea, de este siglo XXI, en que ya prima la economía del conocimiento y la información, el papel relevante y primordial de elevar la cultura de nuestros pueblos al máximo, para poder satisfacer las demandas de la sociedad sobre la formación del hombre que necesita Latinoamérica, para sustentar el aparato productivo de nuestros  países y su desarrollo sustentable, en medio de un mundo unipolar caracterizado por una globalización neoliberal; en el Mensaje a la XI Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo en junio de 2004 se plantea:¨…hace palidecer la barbarie proclamada en los días tenebrosos del, nazismo. Hemos sido ya testigos de guerras de conquista y sádicos métodos de tortura que recuerda las imágenes divulgadas en los días finales de la Segunda Guerra Mundial…¨
Alertando certeramente que ¨…En la disyuntiva a que ha sido arrastrada por el sistema, no hay otra alternativa para la humanidad: o la actual situación cambia, o la especie corre el riesgo real de la extinción…¨
La capacidad científico tecnológica endógena, resulta imprescindible para insertarnos, los países latinoamericanos, en la economía mundial.
Si la competitividad es la capacidad de satisfacer las demandas del entorno, garantizando calidad y eficiencia en el proceso productivo a lo largo del tiempo, tanto en los productos que ofrece como en el desarrollo de la organización, competitividad equivale entonces a excelencia. Pero la cuestión está en donde radica la excelencia educacional.
La excelencia educacional es el proceso resultado del equilibrio entre los subsistemas que componen el Sistema Nacional de Educación, la familia y la comunidad, garantizado por una entrega pedagógica consecuente, sistémica y sistemática en todos los niveles y tipos de enseñanza, que conlleve a lograr, con la calidad requerida, el encargo social contemporáneo: Formar un hombre para la vida, condicionado histórica y socialmente, capaz de aprender a ser, a hacer, a conocer, a convivir y a emprender, a partir del fin y los objetivos de la Educación, correspondiendo un papel primordial a la escuela, donde tanto el alumno como el profesor, maestro y director, son sujetos del proceso docente educativo, agentes de cambio, capaces de innovar y generar con conocimientos y dinámicas proactivas para el alcance del desarrollo armónico sustentable.
La excelencia del ser humano:
 Cada uno de nosotros puede y debe tener como premisa, en hacer las cosas y no buscar razones para no hacerlas. El fracaso tiene mil excusas, pero el éxito, no requiere explicación.
Los seres humanos tienen opciones:
Triunfar.
Fracasar.
Los que nunca han fracasado son los que nunca se han propuesto nada. El fracaso no significa derrota, no es incompetencia, nos demuestra que talento y competencia hay que desarrollarlos y constituyen un desafío.
De cada fracaso se aprende y cada fracaso va acercando al éxito, sólo los audaces alcanzan el éxito. El riesgo es el salto que hay que dar en la incertidumbre. Excelencia es intentarlo tantas veces hasta lograrlo.
Los que se desaniman no tiene opción, no logran nada. Si sólo  intentan en lo que  están seguros, intentarán pocas cosas en la vida.
Ser excelente es reclamarse a sí mismo el desarrollo pleno de nuestras potencialidades, buscando incansablemente la realización de las mismas:
    Una vocación.
    Talento, del que disfruta realizar.
La persona que tiene como paradigma la excelencia, cada vez que se equivoca se pregunta a sí mismo ¿en qué me equivoqué? y trata de aprender de la equivocación., con  un espíritu de aprendizaje y de superación.
Resolver los problemas constituye oportunidades para demostrar el talento, por lo que ser excelente es comprender que la vida no es algo que se nos da hecho, sino que tenemos que producir las oportunidades para alcanzar el éxito.
Hay 2 tipos de personas: las que esperan que alguien les resuelva los problemas  y los que hacen para resolverlos. Por lo que no debemos escudarnos en el llamado factor suerte, pensando que es un determinante circunstancial que está fuera de control, pues la verdad es que estos ¨golpes de buena suerte¨ los producimos nosotros mismos, para lo que señalamos tres elementos esenciales:
    Buscarla
    Estar preparado
    Ser audaz.
La vida se construye con audacia, con valor, con arrojo.
Ser excelente es comprender que con una férrea disciplina es factible forjar un carácter de triunfador.
Un mediocre se queja de todo lo que le ha sucedido en la vida. Viven más o menos. Se quedan a la mitad del camino, no son capaces de concluir una tarea, de comprometerse con ellos mismos. No se formulan compromisos y son tan tibios que no conocen ni ejecutan nada con pasión.
Ser excelente es trazarse un plan y lograr los objetivos deseados a pesar de todas las circunstancias. Comprometernos con lo que deseamos, no darnos por vencidos, ser optimistas. Sólo los optimistas han ganado en la vida.
La mente de las personas se mueve en paradigmas optimistas  o negativos, en lenguaje computacional, podemos decir que la programa según lo quiere, por lo que la vida no se debe improvisar, sino que se debe programar, teniendo en cuenta que existen dos alternativas: hacerlo negativamente o positivamente.
Lo primero que hay que hacer es formar y desarrollar el hábito de sonreír, saber decir me equivoqué y proponerse no cometer el mismo error.
A cada equivocación hay que preguntarse ¿en qué me equivoque? Y no repetir el mismo error. Tener presente el proverbio muy popular que nos dice ¨…corrige a un sabio y será mas sabio, corrige a un necio y será más necio...¨ eliminando la soberbia, mal que nos hace ver que somos perfectos, como si fuésemos bordados a mano.
Ser excelente es borrar del lenguaje la palabra imposible, pensar que es posible la utopía, es trascender a nuestro tiempo legando a las futuras generaciones un mundo mejor, es sentirse ofendido y lanzarse a la acción en contra de la pobreza, la calumnia y la injusticia, enfrentarse al gran desafío de nuestro tiempo, un mundo unipolar, globalizado neoliberalmente, insostenible, en el que América Latina tiene 226 millones de habitantes en la pobreza, para un 44% y donde de 16 años de ciclo neoliberal, según la CEPAL se han perdido 16, y donde el promedio de escolaridad es aproximadamente cuarto grado.
para lograr, hay que ver la educación como una  inversión prioritaria  donde la  educación básica más que un fin en si misma, es la base para un aprendizaje  y desarrollo humano permanente, en el que la educación superior debe colaborar, con especial  atención en los programas y la formación inicial de los docentes. La educación tiene que ser vista como una inversión a largo plazo para incrementar la competitividad económica  al desarrollo social y la cohesión social.
Las políticas educativas deben  orientar de manera global la dirección del proceso de formación permanente de los ciudadanos, para lo cual debe ser planteada estratégicamente para ser evaluada permanentemente, diseñando el desarrollo humano sustentable.
Se convierte así en un instrumento que por un lado consolida el desarrollo armónico sustentable de la sociedad y por otro permite explorar y definir el futuro deseado.
Las políticas educativas deben garantizar la promoción del desarrollo sustentable  o sostenible, la protección del medio ambiente, de manera que la pertinencia y la  calidad brinden una mejor respuesta a los problemas que enfrenta Latinoamérica y la humanidad. Deben contribuir a la paz, impulsar el desarrollo fundado en la justicia, la equidad, solidaridad y libertad, con una visión prospectiva, adoptando estrategias educativas a largo plazo, con un alto grado de agilidad y flexibilidad, con rapidez de respuestas que lleven al mejoramiento cualitativo de todos los niveles de educación y en donde todos los actores sociales debe de sumar sus esfuerzos.
Dentro del sistema educacional la escuela es un todo dinámico, un organismo social vivo, una comunidad de trabajo, una fuente de progreso social, un sistema donde interactúan y se influencian mutuamente dirigentes y dirigidos, integrando con un carácter socializador todos los factores que le tributan.
 En ella se busca un nuevo tipo de hombre, identificado con su cultura y transformador activo de su realidad, pues todo descansa sobre factores humanos, la materia prima y los medios de producción son las personas, los procesos se dan en el campo de las relaciones interpersonales
El concepto de excelencia escolar está relacionado con la capacidad de satisfacer las demandas educacionales del entorno, lo que presupone:
    Capacidad de la escuela para favorecer el desarrollo del alumno.
    Flexibilidad para adaptarse al ambiente externo, mantener un intercambio permanente con él y compensar desigualdades sociales y culturales de los estudiantes, preservando su identidad e integridad.
    Coherencia de los objetivos del currículo con los componentes del proceso y sus resultados, lo que implica la elevación de la calidad del proceso docente educativo, de su célula fundamental la clase, y por ende del rendimiento escolar.
    Capacidad para coordinar constantemente en el tiempo y el espacio sus elementos, de modo que las energías y fuerzas de todos los participantes siempre converjan para la solución de los problemas y el alcance de los objetivos, garantizando la superación permanente de los maestros y la labor investigativa de la institución.
    La capacidad de la escuela en la formación de valores ciudadanos y patrióticos y para diversificar opciones educativas.
    Capacidad de integrarse a sí misma y crear valores organizacionales comunes, actitudes y comprensiones mutuas que consoliden la unión de sus miembros.
    Capacidad para resolver los conflictos y las tensiones internas (clima organizacional).
    Capacidad para mantener crecientes niveles de resultados (salidas) tanto de la escuela como organización, como de sus miembros (objetivos individuales y su satisfacción en el trabajo)
    Enfoque estratégico de adaptación al entorno con prioridades y anticipación a los cambios.

Pero si estamos analizando la excelencia en la dirección educacional y escolar, debemos discernir bien algunos conceptos, para así poder precisar con mayor claridad la misma:
Y en este sentido juega un papel fundamental el directivo educacional. En la institución escolar es el director el cuadro fundamental, eje y centro nervioso de la misma, su pieza maestra, su tornillo dinámico, que ha de asegurar su correcto funcionamiento. Pero nadie nace siendo dirigente educacional, es necesario aprender a serlo.
 Se ha demostrado que las cualidades de cada individuo se manifiestan y desarrollan en la propia actividad, por tanto se es buen dirigente en busca de la excelencia, cuando se dirige racionalmente todo el trabajo de la educación a cualquier nivel, para lo que se requiere por una parte del interés personal y por otra de una acertada Preparación y Superación,  a partir de la formación de una cultura integral de dirección que  permita desarrollar su actitud crítica reflexiva, anticipadora y abierta al cambio  para perfeccionar  sus modos de actuación, en correspondencia con las transformaciones educacionales necesarias a n                                            proceso de dirección; lo que implica enriquecerla hasta convertirla en una actividad  profesional de dirección.
La actividad pedagógica profesional de dirección es una forma de actividad de dirección específica que se distingue por el marcado carácter técnicometodológico y científico con que desarrolla el proceso de dirección y por su clara orientación hacia la transformación de la personalidad y el desarrollo profesional de los cuadros y trabajadores, en función de los objetivos  y en condiciones de plena comunicación entre dirigentes y dirigidos, con la activa participación de las organizaciones políticas, sociales y de masas que actúan en su entorno.
 Consiguientemente, exige que el dirigente se reconozca, se sienta y actúe como maestro de sus subordinados directos, de los cuales también aprende. Implica, por tanto, la conjugación armónica de tres elementos esenciales para la elevación de la calidad de la docencia que hasta ahora se han desarrollado separadamente: la gestión de dirección, el trabajo técnico–metodológico y la actividad científica  de innovación tecnológica..
La actividad pedagógica  profesional de dirección tiene carácter determinante respecto a la actividad de dirección, por cuanto las decisiones que se adopten en el campo políticoadministrativo, deben estar condicionadas por los resultados del trabajo técnicometodológico y científicode innovación tecnológica  así como tomadas en función del mismo.
Pero también la actividad de dirección tiene un marcado carácter activo sobre ella, ya que puede acelerar o retardar su evolución, en dependencia de la conveniencia, pertinencia y oportunidad de las decisiones político–administrativas que se tomen sobre la dirección del proceso docente educativo y el desarrollo del personal.
 Se hace necesario entonces, reflexionar sobre el significado de modo de actuación desarrollador de los cuadros de dirección, el que interpretamos como el proceso mediante el cual el directivo actúa sobre el objeto dirigido, coadyuvando a la apropiación activa y creadora de la cultura, propiciando el desarrollo del auto perfeccionamiento constante, la autonomía y autodirección, siendo por tanto la generalización de los principios.                                                            Técnicas de dirección  que caracterizan al cuadro, expresando la tecnología imperante y la capacidad del cuadro para aprovecharla, en íntima conexión con los necesarios procesos de socialización y responsabilidad social.
En este sentido, veamos el modelo de directivo educacional que requerimos:
Que su objeto de dirección sea la dirección del proceso de dirección educacional, su campo de acción: los diferentes subsistemas de Educación,  las esferas de actuación: el nivel de estructura en el que dirige y los modos de actuación basados en  una cultura integral de dirección en la que los principios, los estilos, métodos y técnicas de dirección  estén en correspondencia con las exigencias que demanda de ellos el desarrollo de nuestras sociedades.
Por tanto el papel relevante y determinante del cuadro de dirección  en la gestión de dirección  educacional no admite discusión, no puede esperar a aprender y obtener por adelantado  los conocimientos, habilidades, capacidades, convicciones y niveles de activismo con los cuales habrá de enfrentar con eficacia, eficiencia y efectividad las nuevas situaciones   .                                                
-Aprender a detectar  las nueva-                                                                                                             Su capacidad para aprender mientras trabaja s manifestaciones del sector  y del entorno.
- Diseñar   respuestas efectivas
-Emprender el reto proveniente de esos escenarios.
Entonces podemos sintetizar que  la gestión de los cuadros de dirección educacional en este siglo XXI tiene que cambiar  si se quiere lograr  una dirección efectiva, excelente, en correspondencia con las características y tendencias de la época  en que  vivimos.
¿Cuál es el cambio en la gestión de dirección de los cuadros, que necesitan nuestros países, en los momentos actuales en que estamos permeados de un macroentorno con las características y tendencias ya descritas?
Precisemos cuales son en la actualidad  las dimensiones de una gestión  de excelencia, eficiente y eficaz:
Dimensión  de  futuro: El mundo es tan turbulento que para evitar fracasos se precisa según las tendencias actuales, prever  el futuro con un enfoque  de adaptación  al entorno  con prioridades y anticipación a los cambios.
Dimensión de entorno: La Educación no está encerrada en una urna  de cristal, ella está influenciada  e influye a su vez en su contexto. Está en función de la sociedad y por ende debe analizar el comportamiento de su entorno, es decir  del conjunto de elementos que pueden ejercer una influencia en ella y sobre los que tiene el deber de coadyuvar para su modificación. El conocimiento del entorno es fundamental para  desarrollar una gestión de éxito educacional.
Dimensión participación : Dado que el  talento (capital) humano  es vital , la dirección participativa  es determinante, para lograr la autorrealización que a la vez se convierta en motivación intrínseca  para el logro de los objetivos educacionales
Las acciones básicas de un directivo en busca de la excelencia   en la dirección  educacional  hoy en día deben ser:
1.-Definir la realidad y trazar objetivos y estrategias a mediano y largo plazo.
2.-Integrar los subsistemas de la organización educacional en cualquier nivel hasta la escuela.
3.-Establecer las relaciones, formas y vías de comunicación
4.-Identificación  con los actores internos y externos, factores y proyección de acciones para lograr los objetivos, medir y evaluar el desempeño institucional e individual.
Para ello debe seguir las siguientes reglas de oro:
     Saber ordenar las prioridades educacionales
     Jamás delegar lo esencial.
     Exigir mucho
     Actuar rápido
     Informarse bien
     Comprometerse
     Sólo ocuparse de lo posible.
     Saber perder
Pero para definir la realidad y poder trazar objetivos, integrar los subsistemas, establecer relaciones, etc. el directivo educacional tiene que partir por diseñar y ejecutar un buen diagnóstico.
El diagnóstico a partir de indicadores:
Para hablar de diagnóstico, es necesario antes que todo precisar qué entendemos por caracterización y diagnóstico.
Caracterización:
 Determinar los atributos y peculiaridades de una persona o cosa, de modo que claramente se distinga de las demás.
Diagnóstico:
Es un procedimiento científico que nos permite conocer la realidad, hacer predicciones fundamentales, prevenir, pronosticar, asegurar determinado nivel de éxito en la actividad. Puede ser integral o de un área o aspecto determinado, según sea la necesidad del mismo, teniendo en cuenta el proceso docente educativo, el proceso de dirección  e incluso ambos procesos si así se requiere.
Principios que debe cumplir el diagnostico:
Debe  ser:
- Objetivo y científico.
- Confiable y valido.
- Individual y multilateral.
- Riguroso y útil.
- preventivo, retro alimentador y transformador.
- Continuo y sistémico.
- Funcional, participativo y justo.
Exigencias del diagnostico
   Tardío--------------------------------------------------------------------Oportuno, preventivo
   Centrado en las dificultades---------------------------------------Centrado en las
                                                                                          Potencialidades                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            
   Como fin-----------------------------------------------------------------Como medio
   Como momento-------------------------------------------------------Como proceso
   Como aplicación de
   Instrumentos y técnicas---------------------------------------------Evaluación,
                                                                                                Intervención
   No solo Z.D.A. (actual)------------------------------------------------Z.D.P.(próximo)
   No solo constatación-------------------------------------------------Métodos formadores.
Objetivos del diagnóstico:
1.-Conocer los problemas que se afrontan y las potencialidades de forma detallada y a fondo.
2.-Describir identificar y poder definir el qué, cuándo, quién y porqué
3.-Poner al descubierto los factores y las fuerzas que ocasionan el problema
4.-Describir en qué grado las situaciones actuales, están en correspondencia con los nuevos requerimientos
5.-Preparar la información necesaria para adoptar decisiones sobre como orientar el trabajo encaminado a la solución de los problemas.
6.-Examinar  cabalmente las relaciones que tienen importancia entre los problemas en cuestión, los objetivos de la organización y el rendimiento logrado.
Características del proceso de diagnóstico..
    Promueve el conocimiento de la necesidad de cambios, e indica de manera concreta los tipos de modificaciones  que se necesitan  a partir del estado en que se encuentran los indicadores que miden la eficiencia educacional.
    Se cuantifican los resultados de manera que puedan servir como patrón de comparación.
    La capacidad potencial de los miembros de la organización para resolver los problemas, se encuentra en el proceso de elaboración del diagnóstico, ya que se sienten que están descubriendo la verdad sobre su organización y que están aprendiendo a diagnosticar problemas por sí solos.

    El diagnóstico debe ser capaz de detectar, no sólo lo que limita una actuación diferente y superior, sino además en qué grado la limita, lo que debe permitir a su vez, el establecimiento de prioridades en la solución de los problemas detectados y precisar quiénes y cuándo deberán ejecutarla
La excelencia educacional en la dirección educacional, mito o realidad.
La excelencia en la dirección educacional, para no ser un mito y convertirse en realidad, debe ser un proceso ininterrumpido, sistemático, de cambios para el logro de un desarrollo sostenible y la elevación de la calidad de vida del y por el pueblo, que responda a lo que en la ciencia de la Dirección se llama Desarrollo Organizacional.
    Lograr la equidad entre todos los ciudadanos a pesar de las desigualdades existentes.
    Imbricación de todas las generaciones.
    Multiplicar los conocimientos, la cultura y la riqueza espiritual a un ritmo vertiginoso.
    Desarrollar una sociedad más justa,  garantizar que todo niño tenga las mismas posibilidades a pesar de la marginalidad donde viva.
Es fundamental situar a los docentes como  sujetos reales   de dicho cambio para lo cual se hace necesario  desarrollar  un momento participativo que  armoniza la centralización con la descentralización y concede un nivel de autonomía en que favorece la transformación cualitativa de la escuela.
-Para lograr la excelencia en el proceso de dirección educacional, se hace necesario entender y atender el Desarrollo y Reestructuración en el Perfeccionamiento Educacional.
-Cada uno de nosotros puede y debe tener como premisa, en hacer las cosas y no buscar razones para no hacerlas. El fracaso tiene mil excusas, pero el éxito, no requiere explicación.
-Ser excelente es trazarse un plan y lograr los objetivos deseados a pesar de todas las circunstancias. Comprometernos con lo que deseamos, no darnos por vencidos, ser optimistas. Sólo los optimistas han ganado en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario